El Blues. Su desarrollo en el siglo XX

Se conoce como “blues” a un género musical surgido en los Estados Unidos y desarrollado en gran medida por la comunidad afroamericana. Sus orígenes se encuentran en las canciones de trabajo o “worksongs” (estilo vocal sin acompañamiento) interpretadas por personas de raza negra, con el ritmo de estas canciones se hacía más llevadera la faena. A estos cantos de trabajo se sumaron otro tipo de canciones y baladas populares de origen europeo. Algunos elementos del blues como el patrón de llamada y respuesta (trasladado posteriormente a una interacción entre la voz y la guitarra) pueden encontrarse también en la música africana. Gerhard Kubik, etnomusicólogo y autor del libro “Africa and the Blues”, fue de los primeros expertos en sugerir que ciertos elementos del blues tienen sus orígenes en la música islámica de África.

Origen del Término Blues

El término blues hace referencia un estado de ánimo triste, melancólico y depresivo que se manifiesta, por regla general, en las interpretaciones de esta música. De hecho, la definición del blues desde el enfoque emocional o ambiental es la más extendida e importante, válida también para aquellos casos en el que la interpretación es alegre o humorística. En cualquier caso, el blues fue una música interpretada por un proletariado al que no le trató muy bien la vida.

Las primeras referencias escritas sobre el término blues, de las que se tiene constancia en este contexto, se remontan al año 1798. En ese año, la obra teatral representada con título “Blue Devils", farsa en un acto de George Colman, hace referencia a los demonios, a la melancolía, las desgracias, la miseria y el suicidio. El término “blue”, que forma parte del título de esta obra, no aparece en los diálogos de ninguno de los personajes de la misma; sin embargo, parece estar en concordancia con el carácter dramático de la obra así como con la línea del movimiento romántico de la época. En el transcurso de los años el término “blue devils” se simplificó transformándose en “the blues” para referirse, del mismo modo, a estos estados de ánimo.

Otra referencia nos ha llegado de la mano de Paul Oliver, autor de varios libros relacionados con el blues y una de las personalidades más importantes en este tema. Este escritor comenta un texto fechado en 1862 de la cronista, maestra e influyente activista por los derechos civiles Charlotte Forten en el que aparece el término blues como estado de ánimo y de cómo se cantaban algunas canciones de trabajo para sobrellevar esos sentimientos: “los blues”.

Una nueva referencia queda constatada en la ciudad de Memphis en el año 1912. Allí, en ese mismo año, William Christopher Handy (1873-1958) usó el término blues para referirse a un estado de ánimo depresivo en su composición “Memphis Blues”. Sin duda, el término fue muy popular a partir de la segunda década del siglo XX coincidiendo con el desarrollo de una joven industria discográfica que apostó por crear distintas categorías orientadas a la venta de grabaciones tanto a personas de raza blanca como a los afroamericanos.
En la categoría denominada “música racial”, el término blues apareció con mucha frecuencia incluido en el título de muchos temas del género: “A Spoonful Blues”, “Cypress Groove Blues”, “Death Letter Blues”, Big Fat Mamma Blues”, “Back Biting Bee Blues”, “Early Morning Blues”, “Police Dog Blues”, “Trackin My Blues Away”, “Downtown Blues”, “Liquor Store Blues”, “Penitentiary Moan Blues”, etc. Conviene aclarar que otras grabaciones de bues no incluían este término en el título de las canciones; sin embargo, una parte de los términos empleados fueron de tipo siguiente: “Devil”, “Black”, “Down”, “Bad”, “Evil”, “Dirty”… Asimismo, se incluyeron en los títulos referencias a lugares como: “Cottonfield Blues”, “Kansas City”, “St. Luis Blues”, “Texas Easy Street Blues”, “West Texas Blues”, etc.

Características Musicales

En un sentido más general, el blues es una música elaborada a partir de los estilos vocales afro-americanos presente en buena parte del jazz cantado. Las inflexiones naturales de la voz, el tratamiento de ésta como si quisiera imitar el sonido de un instrumento así como la emoción intensificada y la profundidad poética y expresiva caracterizada por aspectos melancólicos (en mayor o menor medida) son otras de las características presentes en el blues vocal. Asimismo, es típico el uso de las escalas de blues basadas en un modelo pentatónico al que se añade una nota de paso.

El “blues” como forma musical posee unas características propias. A continuación citaremos algunas:

El uso de distintas técnicas expresivas aplicadas a las cuerdas como el vibrato, el “blend” (tocar una nota, bajar la afinación y recuperar su altura) o el “slide” (técnica de tocar una nota y deslizar el dedo arriba o abajo)

El uso generalizado de las “blue notes” que contribuyen a potenciar este estado emocional. Estas notas correspondientes a intervalos de terceras o séptimas menores (también, con menos frecuencia, la quinta disminuida) que se suben o bajan alterando deliberadamente su entonación

La preferencia por los acordes de dominante

La utilización preferente de una estructura armónica integrada en un ciclo de doce compases (aunque también podemos encontrar blues de ocho o de dieciséis compases). En esta estructura habitual de doce compases se exponen –en su forma tradicional- tres motivos melódicos de cuatro compases cada uno a modo de: afirmación, en los primeros cuatro compases; repetición de la afirmación, en los cuatro compases siguientes y, por último, una conclusión en los cuatro últimos.

Por ejemplo, entre los músicos de jazz el blues es básicamente una estructura de doce compases con una sucesión de acordes estandarizada aunque diversificada según el estilo, el tempo y el tono. Si en una agrupación algún músico propone al resto del grupo tocar un blues los músicos deberán decidir la tonalidad, y el tempo (o en su caso el nombre del blues identificado por su melodía) para tocar un modelo de progresión de acordes estandarizada. Muchas de las melodías de los distintos blues comparten un mismo modelo de progresión de acordes.

 

Las canciones de blues se convirtieron en un medio a través del cual se narraban distintas vivencias en un entorno muy complicado para los afroamericanos. Las letras de estas canciones trataban distintas temáticas: la discriminación, los abusos de la policía, la vida en la cárcel, el amor y las relaciones sexuales, los sentimientos y emociones, la dureza de la vida y del trabajo en el campo, los caminos, las carreteras y el ferrocarril. Pero también se trataron los temas relacionados con la religión; algunos autores tenían en su repertorio canciones cristianas al estilo de los espirituales negros. Las comunidades afroamericanas solían participar en los llamados “encuentros en el campo”, reuniones que solían estar convocadas con una cierta orientación hacia el evangelio y el culto religioso; este tipo de convocatorias religiosas solían reunir a un importante número de personas. Muchos de los cantantes que incluyeron espirituales en sus repertorios fueron encuadrados en el grupo de cantantes de blues.

Las Citas de sus Protagonistas

En esta primera aproximación queremos incluir algunas opiniones de los protagonistas, cantantes y músicos de este género, en relación al significado y trascendencia del blues. A continuación citaremos algunas:

Billy Taylor (1921-2010), pianista de jazz, opina así sobre la importancia del blues en el idioma jazzístico: “No conozco a un solo músico de jazz sobresaliente (…) que no haya sentido un enorme respeto por el blues, lo tocara o no lo tocara”.

En este mismo sentido se pronuncia Leonard Feather (músico, productor y crítico musical): “Creo que en última instancia puede decirse que el blues es la esencia del jazz”.

Buddy Guy (guitarrista y cantante de blues): “El blues y la música espiritual negra: esas son las raíces. Mucha gente no estará de acuerdo conmigo, pero yo aprendí de gente que ya no está con nosotros y sé que es un mensaje que viene de mucho tiempo atrás".

Huddie Ledbetter, llamado Leadbelly (1988-1949), cantante, músico y compositor de blues, opinó lo siguiente: “Ningún hombre blanco tuvo jamás el blues porque ningún hombre blanco tuvo jamás preocupaciones… Pero cuando estás en la cama y te mueves de un lado para otro y no puedes dormir, ¿qué es lo que te pasa? Te tiene el blues.

Jimi Hendrix (1942-1970): “El blues es fácil de tocar pero difícil de sentir".

Willie Dixon (1915-1992): “El blues son las raíces: todo lo demás son los frutos.”

A una pregunta sobre la importancia del blues en los Estados Unidos la esposa del cantante y contrabajista de blues Willie Dixon contestó lo siguiente: “Porque el blues son los hechos de la vida. Es lo mejor que hay. En la vida de todos hay blues; es la raíz de toda la música estadounidense. Y lo llamaron blues, pero en realidad es sólo los hechos de la vida”.

John Lee Hooker: “El blues no siempre es triste. Cuando estoy decaído escucho blues y vuelvo a sentirme bien".

 

Estilos del Blues

Se puede decir que el blues experimentó un primer desarrollo una vez terminada la contienda que enfrentaría a los Estados de la Unión (abolicionistas) y los Estados Confederados (esclavistas). Al finalizar la guerra la esclavitud quedó abolida, esta nueva condición de libertad de los afroamericanos propició un primer desarrollo y posterior expansión del género que acabaría por imponerse como la forma musical más importante entre la comunidad afroamericana. Del mismo modo, el blues pudo asimilar todas las demás formas musicales de la comunidad negra.

En este desarrollo inicial del género, los primeros blues surgidos en el sur de los Estados Unidos adoptaron su forma de las características personales de cada intérprete. Los estados de la zona del Delta (Mississippi, Alabama, Arkansas, Tennessee y Luisiana) fueron la cuna del blues. En ese territorio, con una población afroamericana que sufrió la miseria y la segregación, se desarrollaría el estilo más atormentado y con fuertes rasgos africanos: el estilo del Delta.

El estilo del Delta (o delta blues como también se le conoce) se extendió hacia el norte llevado por los cantantes y también por los espectáculos itinerantes de vodevil. Más tarde, con la comercialización del gramófono portátil a gran escala en la década de 1920, el blues del Delta llegó a su gran apogeo. El estilo se caracteriza también por el sonido de la guitarra “bottleneck” (cuello de botella); este característico sonido de glissando se produce al deslizar el dedo a lo largo de las cuerdas dentro de un cilindro de cristal, tubo metálico o directamente con el cuello de una botella de vidrio. Esta técnica, de la que fueron maestros Son House o Robert Nighthawk, ha tenido una gran influencia en muchos otros guitarristas posteriores. El efecto producido con esta técnica aplicada a la guitarra se asemeja a un lloriqueo y éste desempeña el papel de respuesta mediante cortos motivos a los fragmentos cantados. Pueden desempeñar este mismo papel otros instrumentos como el violín o la armónica, en algunos casos realizando un solo sobre una estructura completa de la forma.

El Blues del Sureste, también llamado “Rag sureño”, surge al Este de Tennessee y en los estados de Carolina del Norte, Virginia, Georgia y Kentucky; es algo más relajado que el blues del Delta y, en las grabaciones de los músicos asociados a este estilo, se puede apreciar una cierta conexión con el ragtime en lo relativo a los acompañamientos de la guitarra o del piano.

Algunos de los cantantes de blues tocaron distintos estilos o practicaron nuevas fusiones. La región donde nació el estilo del Sureste dio varios ejemplos de fusión entre el blues y el góspel, fusión promovida principalmente por cantantes que al mismo tiempo fueron predicadores; asimismo, el estilo dio distintas baladas románticas que, según Gérald Arnaud y Jacques Chesnel, pudieran estar en el origen del éxito del sonido Nashville… En cualquier caso, en el Sureste no existió una diferencia tan notable entre el country y el blues porque allí la segregación no fue tan radical como el los territorios del Delta. De este modo el Rag sureño se enriqueció del ragtime y de la música country. Estas influencias aportaron al blues del Sureste un tono más alegre y urbano.

Entre los intérpretes del estilo del Sureste fueron numerosos los músicos invidentes que dejaron una importante huella; fue algo normal anteponer el término “Blind” (ciego) a sus nombres. Blind Willie McTell, Blind Gary Davis, Blind

Blake, Blind Boy Fuller y Blind Sonny Terrry están entre los más destacados intérpretes ciegos de la época. Sin embargo, también debemos destacar otros músicos importantes como: Hudson Whittaker, conocido como Tampa Red, que grabó blues urbano y alegre con un estilo moderado con la guitarra. Con el característico timbre agudo de su voz y particular forma de cantar fue un importante referente para los pioneros del Rhythm and Blues.

El blues llegó a Texas procedente del Delta y se estableció principalmente en aquellas poblaciones que acogieron a los agricultores arruinados a causa de la devastación de los campos de algodón por las plagas. El descubrimiento de importantes yacimientos de petróleo a principios del siglo XX atrajo a un importante número de inmigrantes de origen germánico en busca de oportunidades; estos se sumaron al numeroso grupo hispano y a la minoría anglosajona del territorio. De este modo, las ciudades crecieron tanto como el número de barrios deprimidos donde se asentaba una comunidad proletaria afroamericana castigada por la desfavorable situación neo-esclavista.

En el contexto cultural y musical con una gran tradición española, la desarrollada Nueva Orleans ejercería una gran influencia; pero, no fue menor la importancia de la cultura cowboy así como la aportación cultural del grupo étnico Cajún. En este contexto se desarrollaría, a principios del siglo XX, otro tipo de blues con un estilo tan singular como su población.

En su aspecto más arcaico, el estilo de Texas estuvo próximo a los típicos bailes de vaqueros inmortalizados en algunas de las películas del género western; asimismo, el estilo dio un muestrario de canciones folk (algunas anteriores al blues) así como canciones de trabajo y de presidio. El blues tejano tuvo su continuación en California llevado allí por los músicos que, en busca de reconocimiento, emigraron desde Texas. La importancia de este estilo, caracterizado actualmente por la relevancia de una guitarra tocada nota a nota con púa, radica precisamente en su desarrollo e influencia en las cálidas tierras de la costa este.

Entre los más destacados “bluesmen” de la primera etapa del estilo tejano debemos citar al prolífico y expresivo cantante Blind Lemon Jefferson (1897-1929). Sus canciones nos sugieren una proximidad a los cantos de trabajo mientras que el acompañamiento de su guitarra, lleno de ideas interesantes y adornos, aporta al conjunto voz–guitarra un estilo que influirá a dos importantes “bluesmen” como Huddie Ledbetter “Leadbelly” (1888-1949) y T-Bone Walker (1910-1975) conocido como“El patriarca de la guitarra eléctrica”. Algunos de los guitarristas más cercanos en el tiempo como: B. B. King, Jeff Beck, Johnny Winter o Chuck Berry han citado a T-Bone Walker como referencia indiscutible.

Leadbelly (Huddie Ledbetter), influido musicalmente por Blind Lemon Jefferson, llegaría a convertirse en el cantante de moda entre la comunidad intelectual de Greenwich Village (Nueva York) después de que fuera descubierto, en 1933, por los folkloristas John Lomax y Alan Lomax en una prisión de Luisiana. Alan Lomax consiguió la libertad del bluesman después de hacer escuchar al que fuera gobernador de Luisiana una de las canciones, grabadas en la misma prisión con un equipo portátil, en la que el cantante suplicaba perdón. Algunas de las canciones grabadas por Leadbelly fueron versionadas por Paul McCartney, Van Morrison, la Creedence Clearwater Revival, Led Zeppelin, Jerry Lee Lewis, Little Richard, Bob Dylan y Eric Clapton entre otros. Muchas de las ideas musicales presentes en las grabaciones de Leadbelly llegarían a convertirse en sonoridades arquetípicas del rock & roll.

 

De camino hacia el norte, el blues se instaló en dos ciudades situadas junto al río Misisipi que dieron sus nombres a otro nuevo estilo del género: Memphis, en estado de Tennessee, y San Luis en Misuri. Las dos urbes contaban con muelles donde millares de inmigrantes afroamericanos descargaban, de los barcos a vapor de la época, el algodón proveniente de las plantaciones situadas más al sur.

El estilo “Memphis blues” – “Saint Louis blues” desarrollado en estas ciudades, en las décadas de 1920 y 1930, fue en muchos casos más alegre. Se puede decir que el estilo tiene influencias tanto del dixieland como del ragtime; además, surgieron bandas de blues en las que fue habitual el uso de instrumentos menos conocidos en la actualidad como el “jug" (cántaro de vidrio o arcilla con el que imitaba el sonido de una tuba), el “kazoo” (mirlitón comercial) o la mandolina junto a otros como la armónica, el banjo, el violín y la guitarra.

Uno de los músicos más influyentes de esta etapa del blues fue William Christopher Handy (1873-1958): Saint Louis Bluesy Memphis Blues están entre los temas más conocidos de este gran impulsor del género. En el mismo nivel de importancia está prolífico Frank Stokes (1887- 1955), su música está considerada como modelo del primer blues de Memphis.

Por otro lado, la célebre cantante y excelente guitarrista Memphis Minnie (1897-1973), discípula de Frank Stokes y una de las intérpretes femeninas más influyentes de todos los tiempos, grabó una música de contenido autobiográfico marcada por su fidelidad con la esencia misma del blues. Memphis Minnie (cuyo verdadero nombre era Lizzie Douglas) continuó su carrera en Chicago en la década de 1930.

La ciudad de Chicago, también conocida como “windy city” y gran urbe del estado de Illinois, llegó a convertirse en el destino de muchos afroamericanos emigrados del Sur que deseaban escapar de la segregación. La ciudad se había convertido, además, en residencia para una parte importante de los músicos que abandonaron la cosmopolita Nueva Orleáns tras ser clausurado, por decreto oficial, el barrio de Storyville donde cientos de músicos habían desarrollado su actividad profesional.

Hasta cierto punto podemos decir que en la ciudad de Chicago terminó la primera etapa del blues en su viaje desde el Sur. A partir de entonces el género desarrolló una mayor vitalidad. El blues de Chicago, con influencias del Delta, fue más elaborado, más urbano y moderno; adquirió mayor importancia la sección rítmica, destacó el piano, se extendió el uso de la guitarra eléctrica y la armónica ganó en popularidad gracias a destacados intérpretes como Jazz Gillum, Sonny Boy Williamson y Rice Miller (apodado Sonny Boy Williamson II).

En poco tiempo el blues entró en el jazz que procedente de Nueva Orleáns se había instalado igualmente en Chicago; al mismo tiempo, algunos elementos del jazz de Nueva Orleáns desembocaron en el blues. Del mismo modo fue la gran época para el jazz de Nueva Orleáns, porque fue en Chicago donde se realizaron las primeras grabaciones para el gramófono de esta música; por lo tanto, lo que se conoce en la actualidad como estilo de Nueva Orleáns es precisamente aquel estilo interpretado en Chicago por los músicos procedentes de la ciudad de Nueva Orleáns. El llamado “blues clásico” surge en la década de 1920 de la influencia mutua entre el jazz local y el blues.

Esta confluencia entre el blues y el jazz -donde las acentuaciones del blues tradicional se suavizan y la estructura armónica se enriquece- pudo desarrollarse en las grandes ciudades alrededor de las famosas cantantes de blues y los instrumentistas de jazz. La cantante Bessie Smith (1894-1937), “la emperatriz del blues” y una de las figuras más representativas del blues clásico, grabaría unas cien canciones acompañada por destacados músicos de jazz de la época.

La popularidad del blues avanzó en paralelo con el desarrollo de la industria discográfica. El gran impulso motivado por esta industria ya no sería un mérito exclusivo de la ciudad de Chicago; sin embargo, es obligado citar el famoso sello Bluebird, surgido en origen como una filial de RCA Victor, especializado en blues y jazz. Por los estudios del sello Bluebird en Chicago pasaban diariamente un gran número de músicos para grabar, de una sola toma, los discos que se venderían a un precio muy competitivo en un mercado discográfico gravemente afectado durante la década de 1930 por los efectos de la Gran Depresión.

Otro subgénero del blues forjado en tierras del Sur denominado boogie-woogie –instrumental, basado en el piano y caracterizado principalmente por la ejecución de las denominadas octavas galopantes y el uso de marcados patrones repetitivos en el registro bajo- experimentó un gran desarrollo y ejerció una importante influencia en el blues interpretado en Chicago a partir de la década de 1920. Esta nueva influencia enriqueció el blues e impulsó el boogie-woogie hasta llegar a convertirse en un estilo definido que vivió su época dorada desde finales de la década de 1930 hasta mediados de la década siguiente. El éxito del estilo boogie-woogie, tanto en la vida nocturna de los clubs y bares, como en el número de ventas de discos, preparó el terreno a una nueva variante del género denominada: jump blues. De esta nueva variante surgiría más tarde, en la década de 1950, el rock and roll.

 

© Carlos Mompeó 2013

Este artículo sobre el Blues continua en: El Blues Después de 1940

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