Desde 1987, trabajó como percusionista en distintas formaciones experimentando con diversos géneros y profundizado en el estudio de las tradiciones musicales afrocubana, brasileña e interesándose también por el flamenco, la música africana y el jazz. Músico sin prejuicios, capaz de integrar lo tradicional con las nuevas corrientes, apostó siempre por la espontaneidad creativa.